Julieta Salvatierra, de 22 años y madre de un niño pequeño, fue asesinada en su hogar en el barrio Sol Naciente de Córdoba. El crimen se produjo en un entorno de violencia y conflicto por drogas, un ambiente del que, según sus allegados, ella quería escapar.


El Trágico Final de Julieta Salvatierra en un Barrio Asediado por el Narcotráfico

Julieta Salvatierra, una joven de 22 años y madre, fue brutalmente asesinada en el barrio Sol Naciente de Córdoba, un sector marginal de la ciudad conocido por ser un foco de tensión y violencia controlada por bandas narco. Su muerte, ocurrida tras recibir un disparo a quemarropa, no solo fue el resultado de una pelea puntual, sino la culminación de un clima de hostilidad del que, según su familia, ella había intentado huir.

La tragedia ocurrió la noche del 15 de julio en la casa de sus suegros, un entorno que sus allegados describen como “una violencia colectiva, irrefrenable y peligrosa”. Julieta, que trabajaba como feriante para mantener a su hijo de casi tres años, se había quejado varias veces del constante miedo y había pedido a su esposo que se mudaran. Esa noche, mientras preparaba empanadas para celebrar el cumpleaños de su marido, su destino se selló en un enfrentamiento ajeno.

La Noche del Crimen: De una Deuda de Drogas al Disparo Mortal

La reconstrucción judicial indica que la violencia se desató cuando un grupo de hombres, vinculados a un capo narco local, llegó a la vivienda para reclamar una deuda de drogas al cuñado de Julieta. El enfrentamiento escaló rápidamente. El suegro de Julieta, machete en mano, logró ahuyentar al grupo en un primer momento, pero estos regresaron poco después, armados.

En este segundo asalto, la situación se tornó fatal. Según la principal hipótesis de la fiscala Jorgelina Gutiez, Joaquín Velázquez, el presunto autor material, recibió un arma y la orden de atacar al esposo de Julieta. En medio del caos, la joven se interpuso para proteger a su pareja y recibió un disparo en la sien. Gravemente herida, fue trasladada de urgencia, pero falleció seis días después en el hospital.

El Rol de los Implicados y el Miedo de los Testigos

La fiscalía ha detenido a cinco personas, imputadas por homicidio agravado, en conexión con el crimen. Si bien Velázquez es señalado como el autor del disparo, la investigación también se centra en el resto de los implicados. Se destaca el rol de una mujer que, desde afuera, habría incitado a la violencia gritando “que le peguen” a la pareja, un detalle que ha indignado especialmente a la familia de la víctima.

El progreso de la causa se ve complicado por el “silencio de muchos testigos por miedo a represalias”. La comunidad de Sol Naciente, asediada por la violencia narco, vive bajo una ley no escrita donde hablar puede tener consecuencias fatales. Este silencio es el reflejo del control que ejercen los grupos criminales sobre el barrio, dificultando la labor de la justicia.

Clamor de Justicia y el Legado de Julieta

La madre y la hermana de Julieta, representadas por el abogado Carlos Nayi, se han constituido como querellantes particulares. Su pedido es claro: justicia para Julieta y castigo para todos los responsables, materiales e intelectuales. “Mi hermana era inocente, solo intentó frenar la pelea,” expresó su hermana Paula, lamentando que el hijo de Julieta crecerá sin su madre.

Este viernes 15 de agosto, la familia, amigos y vecinos marcharán en la plaza Colón para pedir que el crimen no quede impune. Esta movilización representa un acto de valentía y un quiebre en el miedo que paraliza al barrio, en un intento de demostrar que la vida de Julieta sí importa y que su muerte no será olvidada.