Una tía del joven desaparecido relató los estremecedores detalles de cómo un hombre “alto y gringo” se lo llevó ofreciéndole trabajo, justo antes de que su ADN fuera encontrado en la “casa del horror”


Un “trabajo” mortal: la trampa del asesino serial de Jujuy

Una simple y cotidiana propuesta, la de hacer una “changuita”, se convirtió en el modus operandi de Matías Jurado, el presunto asesino serial que aterroriza a la provincia de Jujuy. A través de este engaño, el hombre habría captado a sus víctimas, entre ellas a Sergio Sosa, de 24 años, cuyo ADN fue hallado en la vivienda del acusado, una trágica pista en medio de la desesperada búsqueda de su familia.


La oferta de un desconocido y el rostro de la angustia familiar

Según el desgarrador testimonio de la tía de Sergio Sosa a medios locales, el joven, aunque no vivía en situación de calle, era vulnerable. Amigos de Sergio relataron que un hombre “alto y gringo” se les acercó y les propuso una “changuita” de descarga de bolsos. Aunque el grupo era de tres jóvenes, el desconocido dijo que solo necesitaba a uno. Lamentablemente, Sergio fue el elegido.

Desde el 4 de julio, su familia inició una búsqueda desesperada. La única información que tenían era que se había ido con un “hombre gringo, alto y ofreciéndole trabajo”. Jamás imaginaron el desenlace que la investigación comenzaría a revelar. La tía relató la angustia y las noches de insomnio de su hermana, la madre de Sergio, que no cesa de buscarlo.

“Todavía sostenemos la esperanza de encontrar con vida a mi sobrino. Porque las pruebas no son concretas al 100%. Nosotros tenemos la esperanza de que él pudo haber escapado de ese lugar, que se hubiera salvado y que está perdido y asustado por ahí”, expresó la mujer.


Avances de la investigación y clamor por justicia

La investigación dio un giro crucial cuando se encontraron restos de sangre y material genético en la residencia del sospechoso en el barrio Alto Comedero, donde se confirmó la presencia del ADN de Sergio Sosa. No obstante, la familia se aferra a la incertidumbre, esperando que la ciencia les dé una respuesta definitiva.

El fiscal del caso ha señalado que aún falta recibir los resultados de laboratorio sobre los restos óseos hallados en la escena. La familia, entre el dolor y la esperanza, clama por justicia: “Si es que llega a ser verdad todo esto, es justicia para ese criminal. Justicia para mi sobrino”, concluyó la tía, reflejando el sentir de toda la comunidad.