Tras ser sentenciado a 19 años por abuso sexual, el ex de Julieta Prandi pasa sus primeras horas detenido entre sollozos, un guiso compartido con otros presos y el mismo destino que los rugbiers del caso Báez Sosa.


Luego de ser condenado a 19 años de prisión por abuso sexual y amenazas contra su exesposa, la modelo Julieta Prandi, Claudio Contardi (57) pasó sus primeras horas detenido. El empresario gastronómico, que se había mostrado impasible durante el juicio, tuvo una noche de profunda angustia, marcada por el llanto y la soledad.

Las primeras horas en la comisaría

Contardi fue trasladado a la Comisaría 5ª de Escobar, un lugar donde se alojan personas acusadas de delitos sexuales. Según fuentes policiales, pasó la noche llorando y con la mirada perdida, sin recibir visitas de familiares o amigos. Se alimentó con la comida provista por la policía y, en un gesto inesperado, otros reclusos le ofrecieron guiso para comer. Esta imagen contrasta fuertemente con la que proyectaba antes de la condena, cuando inauguraba locales gastronómicos y compartía momentos familiares.

Traslado a un penal de alta visibilidad

Durante la madrugada, Contardi fue trasladado a la Alcaidía N° 3 de Melchor Romero, en La Plata. Este penal es conocido por alojar a los ocho jóvenes condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa. De los ocho rugbiers, cinco recibieron prisión perpetua por su participación directa en el crimen de 2020 en Villa Gesell, mientras que los tres restantes fueron sentenciados a 15 años como “partícipes secundarios”.

La defensa de Contardi y el pedido de libertad

Inmediatamente después de la condena, Contardi cambió de abogado, designando a Fernando Sicilia como su nuevo defensor. Sicilia declaró que su primera acción sería solicitar la libertad de su cliente. Entre sus argumentos, mencionó que Contardi siempre estuvo a disposición de la justicia y que es padre de una beba de tres semanas de vida, cuya madre atraviesa una fuerte depresión.

Alegando que la condena aún no está firme, Sicilia presentó un recurso de hábeas corpus para pedir la libertad de Contardi o, en su defecto, la prisión domiciliaria. En su escrito, el abogado sostiene que no existe riesgo procesal ni amenazas hacia la denunciante, a pesar de que Prandi, en sus últimas palabras ante el tribunal, había manifestado su temor por lo que pudiera sucederle a ella o a sus hijos si no se ordenaba la detención de su exesposo. Sicilia argumenta que el tribunal debería considerar la “perspectiva de género y los derechos de niños, niñas y adolescentes” para otorgar a Contardi una medida menos severa.

Esta situación judicial es el resultado de una denuncia presentada por Julieta Prandi en 2021, que abarca hechos de abuso sexual y violencia ocurridos entre 2015 y 2018. La pareja, que tuvo dos hijos, se casó en 2011 y se separó en 2019. Contardi, que ya tenía un hijo de una relación anterior, recientemente se convirtió en padre por cuarta vez.