En el cierre de la Semana Social 2025, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) emitió un contundente mensaje


A través de un documento final, la Pastoral Social advirtió que el mercado por sí solo es insuficiente para garantizar el “desarrollo humano integral y la inclusión social”, e hizo un llamado a un diálogo urgente entre la política y la economía “al servicio de la vida”.

El encuentro, que tuvo lugar en Mar del Plata, fue presidido por el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, y su documento final se tituló “La amistad social como sueño y camino. El legado de Francisco”. En él, la Iglesia señaló que la falta de un diálogo efectivo y la priorización de intereses particulares han sumido a la sociedad argentina en “profundas polarizaciones”, generando una “sociedad herida y dividida”.

El texto también hizo hincapié en la importancia del “trabajo digno” como pilar fundamental de la vida social, alertando que “el trabajo sin derechos no es bendición, es explotación”. Esta declaración se interpreta como una crítica directa a las condiciones laborales precarias y a la desregulación, defendiendo la protección de los derechos de los trabajadores como un valor esencial para la dignidad humana y el orden social. La Iglesia, a través de este mensaje, reafirma su rol como defensora de los sectores más vulnerables de la sociedad.

La CEA concluyó su mensaje con una firme exhortación a la acción colectiva. El documento instó a la ciudadanía a involucrarse en la construcción de “un proyecto para una Argentina justa, fraterna y solidaria”, promoviendo activamente la “Amistad Social” y buscando la unidad. Este llamado no solo busca una reflexión, sino que también anima a la organización social y a la participación cívica como herramientas esenciales para superar las divisiones actuales y forjar un futuro más equitativo.

Además de los puntos principales, la Pastoral Social detalló que la economía debe favorecer “la diversidad productiva y la creatividad” para generar nuevos empleos, lo que representa una postura en contra de modelos económicos centrados exclusivamente en la extracción de recursos o en la especulación financiera. Al poner el foco en la producción y la innovación, la Iglesia busca orientar el debate hacia un desarrollo sostenible que beneficie a toda la población y no solo a unos pocos.

Este fuerte pronunciamiento de la Iglesia en un contexto de incertidumbre económica y social en Argentina resalta la preocupación de la institución por el bienestar de los ciudadanos. El documento se enmarca en la línea de pensamiento del Papa Francisco, quien consistentemente ha criticado las desigualdades y ha defendido una economía al servicio de las personas, y no al revés. El cierre de la Semana Social se convierte así en un recordatorio de que los valores éticos y el bien común deben ser el norte de toda acción política y económica.